La semana pasada hablaba en esta sección sobre lo extraño que me resultaba que el día más importante del MWC no fuera en el MWC. En esta ocasión vuelvo a tratar el tema del que posiblemente sea el congreso de tecnología más mediático del año gracias a la importancia que los smartphones están cobrando en nuestras vidas.
Son ya cinco las veces que me he desplazado a Barcelona con motivo de este evento y al principio sentía la presión de que si iba en nombre de un blog en el que la gente esperaba ver noticias y comentarios de los nuevos terminales tenía que ser capaz de abarcar todo lo que pudiera. Ya no.
El motivo de esto es múltiple. Por un lado la cobertura mediática es demencial, en el buen sentido, y todo se cubre varias veces por lo que aportar un nuevo post con cosas que ya se han leído no tenía mucho sentido por lo que he decidido que el enfoque de este año sería el de conocer de primera mano todo lo que pudiera, cubrir lo más importante pero sobre todo traerme una experiencia a casa que me hiciera capaz de escribir y aconsejar mejor sobre telefonía móvil.
Lo mejor no son los dispositivos, es la experiencia con los mismos
Y esto último es algo que cada vez valoro más. Siempre he sido un punto de referencia en mi entorno a la hora de recomendar móviles al igual que lo habéis sido muchos de los que estáis leyendo esto ahora. El motivo es sencillo, era uno de esos bichos raros a los que le gustaban los smartphones desde hace más de una década, muchos años antes de que Apple cambiara el panorama.
En el MWC he podido probar de primera mano muchos de los terminales más esperados y son mis impresiones, mis opiniones y mi breve experiencia con ellos lo que más valoro. Poder responder a gente que me pregunta por uno u otro es un valor añadido en este blog o en cualquiera de los demás en los que escribo.
Y eso es algo que cada vez cobrará mayor importancia en mi día a día.
