Diario de Widget Phones 15: La parte desconocida de analizar móviles profesionalmente

Cuando explico en qué consiste mi trabajo son muchas las personas que me comentan lo bien que me lo he de pasar. Sí, a veces. No, no siempre.

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Recuerdo que el primer análisis más o menos profesional de un móvil lo hice en 2007 por una cesión de Nokia, con un N93i, dado que sabían que era un usuario muy activo en un par de foros sobre telefonía muy conocidos en aquella época.

En aquel momento yo ni sabía que las marcas dejaban terminales de forma temporal a usuarios para que los probaran y analizaran. Aquello fue como un fogonazo de luz dando directamente en los ojos cuando te acabas de despertar.

Ocho años después la rutina de contactar con la agencia o departamento de prensa de una marca para la cesión temporal de un smartphone, el realizar una review o análisis y responder preguntas de gente interesada es una parte tan asumida de mi trabajo que me resulta del todo normal.

La parte desconocida de analizar móviles profesionalmente

Lo que sucede es que no es todo tan bonito como puede parecer desde fuera. No es mi intención quejarme de esta parte de mi trabajo, pero sí explicar un poco qué cosas quizás no se vean desde fuera o al menos yo no veía en aquel lejano año de 2007.

La cesión

Lo primero que cambia cuando te dedicas profesionalmente a esto es querer analizar un terminal lo antes posible. En parte porque apetece pero en parte porque si es tu trabajo el tener un análisis un mes antes o un mes después puede significar la diferencia entre que sea o no relevante.

Esto implica dar la lata a veces a agencias de prensa, estar en contacto directo con los fabricantes y sobre todo no poder dejar pasar una oportunidad que quizás antes no habías sopesado.

Estar enviando mails y respondiendo es una de las partes más importantes de esto.

Los envíos

No voy a entrar a valorar la calidad de las empresas de mensajería en España porque en cada zona funciona bien una y mal el resto pero esto no es algo fijo en todas las zonas y ciudades.

Pero lo que sí que seguro le resulta familiar al que esté pendiente de enviar y recibir paquetes es esa idea de que el mensajero va a venir de 9 a 11 y no se presente hasta las 14. O peor aún, que no se presente. O peor aún, que te llamen diciendo que no había nadie en la dirección de entrega cuando has estado esperando el doble del margen de tiempo estipulado.

Lo mismo para las recogidas con el problema añadido de que si estás esperando varios repartidores quizás te equivoques y le des el paquete que no era. Una vez me pasó y desde entonces no he vuelto a concretar dos recogidas el mismo día. Y eso implica tiempo, porque estas navidades me he encontrado con diez terminales móviles en la mesa. Y no, no es una exageración.

La parte desconocida de analizar móviles profesionalmente

El tiempo

Cuando me dejaron el Nokia N93i creo que estuve usándolo durante un mes, probando todo lo que podía probar y sin presión ni prisas.

Actualmente las marcas dan entre 10 y 15 días para probar un móvil, tiempo suficiente si no tienes otras cosas que hacer u otros móviles que probar. He llegado a abrir un paquete tres días después de la recepción porque no tenía tiempo.

Un análisis es muchas veces una cuenta atrás

Por otro lado me gusta probar los productos más de dos o tres días y normalmente los pruebo una semana pero de nuevo hay que tener en cuenta un factor que juega en tu contra cuando eres profesional: mientras mejor quieras hacer la review o análisis más tiempo necesitas y eso hará que sea menos visible en Google, Youtube… Es decir, el querer hacerla bien implica que la verá menos gente. Una faena.

La prueba

Pero una vez hemos lidiado con todo eso empieza la parte divertida. Más o menos. Me encanta probar terminales de todo tipo pero no negaré que cuando estás una semana con un móvil de 60 euros, por mucho que te guste, echas cosas en falta de tu móvil normal.

Estás con los amigos, quieres hacer una foto y recuerdas que quizás no salga como creías. Te compraste un móvil por la batería y resulta que el que analizas no tiene la misma autonomía y al final te deja tirado. Vas a mirar una fotografía que tenías guardada en el móvil y resulta que no era en ese móvil, era en otro. ¿En cual? Ya ni lo recuerdas.

¿Que podría llevar también mi móvil? Por supuesto, pero entonces esa prueba no sería tan real, la gente no lleva dos móviles para cuando uno se quede corto, y menos cuando está pensando en comprarse uno.

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Las aplicaciones

Cuando pruebo un terminal uso las mismas aplicaciones que en el mío, para poder llevarlo en el día a día, pero no todas porque sino estaría más tiempo configurando apps que usando el smartphone.

Y siempre que analizo uno resulta que hay una app, quizás no muy importante, que no tenía instalada. Obviamente puedo bajarla de la tienda pero si era SoundHound, por ejemplo, la que necesitaba, quizás cuando termine de instalarla la canción es un recuerdo más que un sonido.

La conclusión

Algunas personas me han preguntado si hay cierta presión por parte de las marcas a la hora de valorar un smartphone. No puedo hablar en nombre de la industria pero a mí jamás me han pedido que hable bien de un producto que nos han dejado.

Tengo claro que no lo haría por dos motivos. El obvio es que sería una mentira, y no me gusta mentir. Sencillo. El no tan obvio es que esa mentira sería un problema para la marca a largo plazo y para mí. Si alguien tiene confianza en mi opinión por un motivo y ve que lo que digo y lo que él vive no se corresponden obviamente esa confianza se pierde.

Si una review no es libre no es una review, es un anuncio

Todo dispositivo tiene puntos buenos y malos, lo que hay que hacer es decirlos todos y que el potencial comprador o interesando sopese si le conviene o no ese producto. No es nuestra decisión, es la suya.

La responsabilidad

Usar un móvil de 600 euros sin pagar por él. Todo un lujo. Y es cierto, solo que para los que somos extremadamente responsables también es un poco estresante. Soy muy cuidadoso con mis móviles pero casi obsesivo cuando no es el mío el que tengo en las manos.

Me costa que hay analistas que no valoran mucho esto, motivo por el cual las empresas a veces hacen firmar cláusulas de cesión para garantizar que los móviles volverán en el mismo estado en el que se enviaron. Una cosa es que se arañe de ponerlo en la mesa y otra cosa es que la pantalla estalle por arte de magia.

La parte desconocida de analizar móviles profesionalmente

La influencia

Los prescriptores, o como se denominan despectivamente influencers, son parte de una industria que cada vez es más compleja. Llevo recomendando móviles desde 1999, un año después de tener el primero.

Al principio eran sólo amigos y familiares, personas que me conocían que sabían que mi afición por esto sería provechosa para ellos.

Pero de un tiempo a esta parte hay mucha gente que me contacto por redes sociales para pedirme mi opinión, para ver qué móvil se compran. Recuerdo una persona en Twitter que me dijo que se había comprado un LG G3 por el vídeo de análisis que realicé y que había visto en Youtube. «Vaya responsabilidad» fue mi pensamiento. Esta persona se ha gastado cientos de euros en un móvil, en parte, porque yo le he dicho que es bueno.

Lo qué escucho «¿Qué móvil me compro?»

Es agradable que los demás te pregunten y valoren tu opinión pero hay que ser conscientes de que eso tiene que ser un motivo más para ser serio en tu trabajo.

Pero…

Esta extensa parrafada, que podría interpretarse como una larga queja sobre algo que muchos podrían envidiar no es tal. Me encanta mi trabajo en general y esta parte del mismo en particular.

Hace unos días tenía que realizar una sesión de fotografías a un móvil y no me apetecía en absoluto, días así los tendremos todos, creo yo. Sin embargo, sabía que tenía que hacerlo, así que me cogí una bicicleta y pedaleé veinte minutos hasta las puertas de la catedral de Sevilla, qué mejor escenario para probar la cámara de un móvil.

Cosas así hacen que uno valore lo que tiene pero siempre hay que ser consciente de que hay más de lo que parece detrás de cualquier cosa, y el análisis de móviles no es una excepción.

Un comentario

  1. No podia dejar este post sin comentar, Fernando. Todo ese trabajo detrás se nota y se siente más de lo que piensas, cuando las cosas se hacen con cariño se aprecia la calidad.
    Gracias por compartir con nosotros esa experiencia.

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