Hay pocos aspectos que miremos más a la hora de comprar un móvil que el precio del mismo. Al menos para la inmensa mayoría de usuarios. Esto es especialmente llamativo cuando miramos móviles android y es que hay ciento de modelos de diferentes gamas.
Pero incluso si nos circunscribimos a la gama alta tenemos multitud de opciones de precios muy variables que pueden ir de los trescientos euros, o incluso menos, a los casi novecientos.
¿Porqué comprar un móvil por el triple del precio de su competencia? ¿Realmente nos aporta tres veces más? ¿Es lógico o prudente gastarse ese dinero en un terminal? Obviamente esta es una cuestión personal en la que entra muchos factores en juego y hoy sólo os daré mi opinión.
Las principales compañías fabricantes de móviles disponen de un flagship o tope de gama cada año que será su bandera en el competitivo mundo en el que se mueven. Algunas como Sony o Samsung tienen dos, la primera por renovar sus móviles cada seis meses y la segunda por tener dos gamas realmente potentes, la S y la Note.
Todos estos móviles, junto con los mejor de LG o HTC, son terminales que salen al mercado costando seiscientos euros o más y poco a poco vemos cómo ese precio baja. O quizás no sea poco a poco y cada vez sea más rápido.
«Es del todo innecesario pagar más de cuatrocientos euros por un móvil android de gama alta»
Hoy día podemos comprar terminales de menos de un año de LG o Sony por casi la mitad de lo que costaban al salir. No hablamos de los gama alta de 2013, hablamos de móviles presentados y lanzados en este mismo año 2014. Móviles de entre 300 y 400 euros que hace poco rozaban los 600.
Por otro lado tenemos terminales como el OnePlus One o el Nexus 5 que tienen un precio de lanzamiento parecido y cuyo rendimiento sigue siendo espectacular.
Además, terminales como el que ilustra este post, el Huawei Ascend P7, se puede encontrar por menos de 300 euros y si bien no es el smartphone más potente como no lo es ninguno de los nombrados hasta el momento, sí que hablamos de móviles de gama alta con las prestaciones que ello conlleva.
Es obvio que somos libres de pagar los más de ochocientos euros que nos pide Samsung por su Samsung Galaxy Note Edge, los más de setecientos que cuesta el Note 4 o lo que quieran marcar los fabricantes pero a mi entender, ahora mismo, pagar más de cuatrocientos euros por uno de los mejores móviles del momento es una cuestión de capricho.
No quiere esto decir que me parezca mal, como no me parece mal que alguien se compre un Ferrari, simplemente opino que no es algo necesario, que hay muchas opciones que ofrecen un 80% de esa experiencia por un 50% del precio.
Y eso sin salir de la gama alta. Hola Moto G.
La eterna cuestión en cuanto al precio de venta y a los márgenes de beneficio. ¿Realmente cuesta 800 euros un Note Edge? No, Samsung juega a que lo bajará con el paso de los meses y sus 300 ó 350 euros de coste de fabricación se amortizarán pronto compensando la llegada de las horas bajas cuando lo tenga que colocar por menos de ese precio. Las estructuras de las empresas son las que son y en muchos casos están sobredimensionadas y quizá por eso no veamos una apuesta firme de un gran fabricante que saque un modelo a un precio económico, pudiendo sacarle mucho más dinero, y que lo mantengan fijo en el tiempo. Un Xperia Z3 a 390 euros desde el día 1 y que no baje, no sé si me explico. Ganas menos al principio pero ganas más porque vendes mucho más, ¿merecería la pena?
No sé, pero tengo claro que pagar 700 euros por un móvil recién salido es una locura. Es mi opinión, claro está.