A veces encontrar la explicación es un reto, otras es la gracia y otras es un síntoma que evidencia en mayor o menor grado un estado de anormalidad (en el más estricto y denotativo de sus sentidos). Cuando las condiciones no son favorables y el ambiente es frenético y amenazante, los individuos activan sus mecanismos de estrés y adaptación actuando de una manera u otra según el balance de pros y contras y la consecuente decisión, y no sobrevive el más fuerte, sino el más adaptado.

En el gran ecosistema de la tecnología ocurre lo mismo, pero la variabilidad depende de esa montaña rusa entre tendencias y las ideas de los fabricantes. Ante una situación confusa en la que el mercado no sabe qué quiere porque lo quiere todo y las marcas parecen jugar a acertarlo atiborrando las gamas con sus novedades, Google decidió apostar por las 6″ y ostentar la alta gama dejando atrás rumores de desaparición de productos y precios más asequibles, y sepultando definitivamente el pretexto del teléfono para el desarrollador. El Nexus 6 irrumpió en la alta gama del smartphone como el teléfono esperado y desesperado, con polémica prenatal y cumpliendo con esa ley no escrita de Google de portar tantas pulgadas como su nombre indica. Tras unos meses de su lanzamiento y con la reciente actualización a Lollipop 5.1 te traemos el análisis del Nexus 6, el flagship más buque que insignia.

Análisis Nexus 6

El tamaño no importa, determina

Aquello de «más vale tarde que nunca» toma forma con el descomunal tamaño de este terminal, cuyas medidas no pasan desapercibidas ni una sola vez. El último de cierta ola (pero tardía, de las de la resaca) de flagships que parece atender a la parcialmente caducada exigencia de tamaños mayores, de phablets premium yéndose a lo que podría ser el límite antes de pasar a ser tablet. Y aún haciendo un gigantesco ejercicio de empatía (tanto como para imaginar una falange más en mis dedos) para ponerme en el lugar del usuario que prefiera estas dimensiones, el Nexus 6 queda en tierra de nadie: demasiado grande para una mano y demasiado pequeño para dos, sin llegar a ser cómodo en ninguno de los agarres. Quizás la sensación se aleje tanto de otros terminales grandes como el LG G3 en parte por los bordes, que sin ser gruesos se perfilan en ángulos rectos y esto es especialmente molesto si las dimensiones exigen que el pulgar tenga que extenderse tanto que la mano se oprime contra dicho borde, por muy de plástico que sea.

Análisis Nexus 6

Motorola pone algo más que su logo en la concavidad para apoyar el dedo índice (y evitar dedazos en la cámara): se trata de otro terminal de espalda curvada (tanto en vertical como en horizontal) y con los protuberantes y descarados altavoces en el frontal (de cuya calidad y rendimiento hablaremos luego), que tanto llaman la atención que el inferior suele ser confundido por un botón (palabrita de geek). Esto hace que el Nexus 6 aproveche un 74, 06% de pantalla (frente, por ejemplo, al 76,41% del LG G3 o el 74,24% del Samsung Galaxy Note 4), que no es poco teniendo en cuenta el diseño (es de hecho un 4% aproximadamente más que el Nexus 5), pero que probablemente podría haber sido superior de optar por otra construcción que dejase el altavoz donde su predecesor.

Análisis Nexus 6

El diseño es algo más modernista, así como el reflejo metalizado de los azules de borde y trasera, aunque ésta es un imán de los fuertes para las huellas dactilares, plantándole cara al mismísimo Samsung Galaxy S6 con poco que lo agarres. Un tacto bastante menos agradecido que el del Nexus 5 o la Nexus 7 2013 y un detalle que también tiene el HTC One M9: el botón de encendido/bloqueo es rugoso, lo que beneficia a la hora de diferenciarlo del de volumen, situado inmediatamente debajo.

La pantalla: llamemos al Inspector Clousseau

Mi querido compañero Sam Fernández bromeó en el Bemoob 25 diciendo que la pantalla del LG G3 estaba hecha por el mismísimo anticristo por el ataque a la que había sido sometida (aquí no me esplayo porque ya lo hice en su análisis). Y quizás ésta fue construida por algún esbirro porque también recibió lo suyo en su momento. Veamos hasta qué punto el ataque es merecido bajo nuestro punto de vista.

Análisis Nexus 6

El Nexus 6 monta un panel AMOLED con una densidad aproximada de 493 píxeles por pulgada (Quad HD, 1440 x 2560px), un brillo máximo de 270 nits y una temperatura de color de 6551 K. Y hasta aquí los numeritos, hablemos de visión y demás sensaciones humanas.

Análisis Nexus 6

Lo primero que llama la atención (una vez asumidas las dimensiones) es cierto exceso de saturación con los colores, unos rojos demasiado intensos que ya se notan en la pantalla de inicio con las apps cuyo icono es de este color. La resolución es alta, más que suficiente, y se nota, pero el brillo máximo es bajo, bastante inferior que muchos de los actuales smartphones y de hecho representa un retroceso importante frente a su antecesor. Supera mi afamado test de «querer lanzarlo para que lo pise un camión», pero por poco: a pleno sol la visión deja muchísimo que desear. El ajuste de brillo automático al menos trabaja bien y en interiores la experiencia mejora, salvo cuando el ángulo de visión es más agudo (unos 30º) y la pantalla se convierte en un mundo de fantasía y arco iris si el contenido es blanco. Esto, el tono blanco, fue una constante en los primeros contactos de los usuarios con el terminal convirtiendo Twitter en una sucesión de fotografías de una pantalla rosa al más puro estilo chicle de fresa. Y, bien, sinceramente os digo que he ido a buscar ese tono rosa, así, con saña, y me he llevado una “decepción” y una sorpresa: el rosa no me ha aparecido en ningún lado (ven, Clousseau). Miento, sí: al realizar una fotografía de la pantalla con otro móvil, se vio rosa en la foto, pero la realidad era otra mucho más neutra (si a caso ligeramente amarillenta, aunque la temperatura es más que aceptable, menos cálida que los Nexus 5 y 7 2013 pero sin ser fría como la del Nexus 4).

Análisis Nexus 6

Esta pantalla puede criticarse (y con mucha razón tratándose de un flagship a ese precio) por lo que hemos apuntado antes, pero seamos justos y olvidemos el inexistente rosa mainstream.

El audio: así se aprueban las asignaturas pendientes

Uno de los reproches más importantes del Nexus 5 fue el sonido: tanto por diseño como por volumen el resultado era una experiencia nefasta. Con su iteración la audición deja de ser un susurro tonal para llegar a volúmenes más altos que permiten escuchar voz, música y los tonos de llamada con calidad más que aceptable, llegando aproximadamente a los 93-95 dB a máximo volumen (si bien empieza a perder calidad al subir al 75-80% del volumen total en altavoces, aunque es probable que no necesitéis más). Buenos resultados también en auriculares, tanto a nivel de la salida de jack 3,5mm como por bluetooth (de lo cual hablaremos algo más cuando tratemos el software).

Análisis Nexus 6

En este sentido, la posición de los altavoces es un acierto; el agarre del terminal obliga a que éstos no queden tapados en prácticamente ningún momento, de modo que sea cual sea el agarre la experiencia auditiva será agradable. Se acabó pues el musitar de los Nexus con la apuesta de Motorola.

La cámara: el déjà vu y la vuelta al juicio

En este apartado la cosa va de recuerdos. El recuerdo de lo desacertado de las dimensiones a la hora de disparar, porque es realmente incómodo y obviamente obliga a usar casi siempre 2 manos, y el recuerdo de la disparidad, aquella que viví con la bipolar cámara del LG G3. También cierto borroso recuerdo del ataque y ensañamiento, así que veamos qué nos vamos a encontrar en este caso.

Análisis Nexus 6

Remontémonos en el recuerdo al cambio de app de cámara de serie, porque el tirón al abrirla se mantiene como si de una seña de identidad perpetua se tratase. Esto da pistas sobre quién tiene la culpa de los resultados tan dispares que puedes llegar a obtener en un mismo encuadre si, por ejemplo, juegas un mínimo con el enfoque. En automático y en la app preinstalada de Lollipop, la fotometría es el cáncer de cualquier disparo por poco que pretendas cambiar lo que se ha enfocado automáticamente, sean cuales sean las condiciones. En este sentido, me negué a que fuese así, y opté por instalar Perfectly Clear, con la que podemos separar (a priori) estas características en manual. Y para mi sorpresa el teléfono hace caso omiso a mis insistentes taps para que tomase la luz de ahí.Análisis Nexus 6

Sin embargo, pese a estas piedras en su propio tejado, la cámara puede dar buenos resultados en general (alzo el escudo antidisturbios), quedándose corta en detalle en situaciones de baja luz, y con la dificultad añadida de esta gran pega del fatídico ajuste de fuente de luz que obliga a veces a reencuadrar. La app nativa conserva el HDR+, que puede mejorar el resultado según las condiciones.

Análisis Nexus 6

Para que juzguéis vosotros mismos os pongo una selección de fotos en distintas situaciones en este enlace disparando con la app de serie en automático (salvo en ocasiones el enfoque)

Aunque mi gran amigo y enciclopedia del móvil Antonio Sabán comprobó que con la API L Camera, que permite un mayor grado de ajustes manuales (como la ISO, eliminando ruido en las fotos nocturnas, por ejemplo) y disparar en RAW (formato *.DNG, ocupando más de 20 Mb, eso sí), los resultados pueden mejorar (y doy fe, ajustando sobre todo la exposición, la saturación y el detalle en la medida de lo posible), como él mismo dijo no se trata de esto en fotografía móvil. El software nativo y al alcance del usuario normal debería sacar el máximo partido a una cámara que per se (a nivel de especificaciones) es notable y más aún comprobando que, sin ser mala en la práctica, puede ser mucho mejor.

La cámara frontal, de 2 Mpx, da unos resultados aceptables con buena luz y tiende a las acuarelas y la falta de nitidez cuando ésta escasea. Un resultado bastante similar al de la del G3.

Software, batería y rendimiento

Hace unos 4 meses, cuando el terminal apenas llevaba un mes en el mercado, comentaba con Óscar J. Baeza que quizás el software del terminal fuese su única baza, ya que, junto a la tímida Nexus 9 serán (o deberían serlo) los primeros polluelos que recibiesen el gusanito de las actualizaciones cuando mamá Google las reparte. De momento es así y hemos podido probar este terminal con Lollipop 5.1, de cuyas novedades hemos hablado en anteriores posts en FAQsAndroid y no vamos a enumerar de nuevo una por una, pero sí resaltar algunos aspectos. Pero, sobre todo, hablaremos de cómo le está sentando al terminal que nos ocupa.

A título personal, destaco lo fácil e intuitivo que es conectar de manera inalámbrica, ya sea a una wifi o a un dispositivo bluetooth, siendo en este último caso extremadamente cómodo y rápido, y la mejorada gestión de las notificaciones emergentes. Evidentemente, al probarlo directamente actualizado no podemos valorar la supuesta mejora de la gestión de la RAM, batería y algún otro aspecto como el sonido, pero el terminal va muy, muy fluido. Ni rastro de lag en ejecución y funcionamiento general, aunque lo conserva en la multitarea y en la app de cámara (puede que sea síntoma de la presunta falta de depuración del sistema operativo). El Ambient Display (el terminal muestra las notificaciones en escala de grises al agarrar el terminal estando apoyado en reposo sin pulsar ningún botón) sigue sin funcionar como debería, y no es lo útil que podría (como lo sería un desbloqueo con doble tap a lo LG o Nokia que Google sigue sin adoptar). A este respecto, algunas apps han tenido un comportamiento extraño, como Real Racing 3, que no llega a arrancar, e Instagram que se cierra o da problemas si se abre desde otra aplicación mediante el menú compartir (ambas actualizadas muy recientemente pero sin ningún comentario acerca de su adaptación o comportamiento a esta versión del sistema operativo). Una prueba es que no se me ha encendido esa bombillita que tenemos algunos geekfermos de activar las opciones de desarrollador o instalar un launcher con el fin de obtener más fluidez (aunque admito que la desigualdad de tamaño de los iconos de Android Stock es un atentado contra varias de mis manías y Nova + Tersus han sido mi terapia).

Análisis Nexus 6

En cuanto a la autonomía, el Nexus 6 es un buen ejemplo del equilibrio entre “a mayor tamaño, más miliamperios” y “a mayor pantalla (densidad-tamaño), más gasto de batería”, porque los resultados, siendo satisfactorios, se encuentran más bien en la media (pese a esa supuesta mejora de Lollipop 5.1 y el Project Volta). Una media de 3:43 horas de pantalla y 28 horas por carga (con 7:14 de actividad). Como siempre, estas valoraciones dependen del uso, tipo de conexión y otros factores y esto difiere en cada usuario, pero cuando una batería destaca (bien por ser excelente o bien por ser nefasta) se percibe más allá de los números (como ocurre con el LG G2 o el Moto G 2013), y en este caso tenemos un terminal con una batería suficiente pero dentro de la mediocridad.

Conclusiones

Malos tiempos para el “caballo grande, ande o no ande” aunque sea pura sangre, más aún si se vende a precio de unicornio y teniendo una competencia de linaje menos puro pero que cuya conformación y rendimiento compensan mucho más su compra, al menos valorando el producto en conjunto y si no es que, como hemos mencionado antes, tener el software genuino y antes que todos es el requisito indispensable.

Análisis Nexus 6

De nuevo hablamos de un teléfono que sin ser malo, con un procesador (SnapDragon 805) que es más que suficiente (de hecho, no presenta los problemas de calentamiento que parecen haberse detectado en su versión posterior) y unas características que lo hacen encuadrarse en la alta gama, en la realidad esta concepción se ve turbada por las inexplicables dimensiones del terminal y una pantalla que queda muy atrás en cuanto a la competencia y penaliza la experiencia del usuario. La cámara quizás es el reflejo colateral del desequilibrio del terminal, a veces sorprendente, a veces imposible; casi con vida propia, lejos de la experiencia con el Nexus 5, aunque eran otros tiempos y otros softwares (y otros frontales, con LED de notificaciones, que éste no incorpora, por cierto).

Análisis Nexus 6

¿A quién recomendar un Nexus 6? [Suenan grillos] Buena pregunta. No se lleva la pole al teléfono irrecomendable porque a título personal ésa se la doy al Nokia Lumia 830, pero le sigue bien de cerca. El único usuario tipo de este terminal es el amante incondicional de la versión stock de Android cuyo problema no sea el dinero y que encuentre funcionales o agradables sus dimensiones. Dudo que esto represente un gran número, sinceramente.

Análisis Nexus 6

A toda realeza le llega la mancha en su linaje, por muy azul que sea su sangre y su armadura. El monarca sin carisma, el heredero por condena, el eternamente insuficiente. Nexus VI, El Gran Incongruente.

2 comentarios

  1. Gran artículo Anna como siempre 🙂
    Te ha faltado comentar quizás alguna cosilla interesante, como la carga inalambrica y carga rápida, sobretodo la carga rápida creo que es un auténtico salvavidas.
    Mi opinión después de 4 meses con la bestia en casa, si es cierto que es muy pero que muy grande (aunque dicen que el tamaño importa, no? :p) hay veces que es inmanejable, la gente te miran raro cuando lo sacas pero también tiene sus cosas buenas, paso mucho tiempo fuera de casa y suelo leer muchos artículos, consultar correos… y la verdad se agradece una gran pantalla (mi tablet está en un cajón desde que llegó el Nexus 6) por no decir el gustazo de poner el Youtube y ver «Peppa Pig» junto a mi hija en semejante pantallón.
    También te doy la razón que al exterior dandole el sol se hace muy dificil leer, más que en mi anterior Nexus 5.
    En cuanto al contraste y temperatura se puede cambiar fácilmente (es un Nexus, es para freaks y que lo compra «debería» saber como cambiar ciertas cosillas) pero si es verdad que debería venir bien callibrado de fábrica. Google siempre hace de las suyas…

    Un saludo geek 🙂

    • Hola Jonatan, gracias por leerme y comentar, y perdona por tardar en aprobarlo, como te decía normalmente me llega una notificación y los apruebo en seguida (y respondo si puedo).
      En cuanto a la carga inalámbrica, no he comentado nada porque prefiero no hablar sin probar, pero sí, la carga rápida está bastante bien, tienes razón, debería haberlo plasmado (por mi uso no es algo que influya demasiado directamente y eso ha hecho que me pase más desapercibida, fallo mío).
      Las pantallas grandes siempre harán que disfrutes más del multimedia y pueden suplir tablets de tamaño «pequeño» como las de 7-8″, en parte me ha pasado, pero pasada esa pereza inicial de dejar el móvil el tablet volvía a mis manos como siempre. En este sentido sigo pensando que, aunque mole ver vídeos, estas dimensiones hacen menos cómoda la escritura, por ejemplo, y aunque en pantallas 16:9 puedan ser más agradables las interfaces tipo lista (clientes de TW, Instagram, etc.), al final notas esa falta de comodidad (aunque esto tiene relación directa con el tamaño de tus dedos).
      Bueno, lo de cambiar contraste y temperatura no es fácil al menos de manera objetiva (haber métodos hay, pero no en los Ajustes ni es demasiado deductivo), y ya en la intro del post hablo de que eso de que el Nexus es para devs caducó, y en devs incluyo freaks (que más bien serían geeks), porque es algo que se vio ya con el Nexus 5 (no se anuncian, son Google, pero por prestaciones, diseño y precio queda claro que el público diana se amplió, les haya salido mejor o peor). Sigo pensando que es un teléfono #notbad que pierde porque el software empeora cosas como esta calibración (aunque la pantalla no es la mejor, de todas formas) y sobre todo la cámara, es una auténtica pena el resultado que da con un uso «normal» viendo lo que da de sí si se toquetea. No sé si es dejadez o sobreestimación del usuario medio, pero IMHO deja demasiado en manos de éste para que la experiencia merezca la pena (por no hablar de un precio que ni por asomo es el que debería…).

      Saludos y muchas gracias :))

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