Simyo es una de las mayores OMVs de nuestro país, y ya lo era antes de que Orange la comprara a KPN, la operadora holandesa que la creó.
Sin embargo, y aunque siempre ha estado entre las más importantes, era difícil que quedara en el primer puesto por diversos factores. Algunos usuarios opinaban que la cobertura de Orange no era tan buena como la de otros operadores grandes y otros apostaban más por la calidad del servicio de Pepephone o la frescura de Tuenti, por decir dos.
Sin embargo en los últimos meses Simyo ha dado un giro a su política mediante un sistema de tarifas muy interesante y que pese a que hace que el usuario pague menos que con otros sistemas también transmite la sensación de control que muchas veces echamos en falta en este sector.
Esta operadora apostó hace menos de medio año por un sistema modular de tarifas que permite elegir bonos de minutos y de datos de forma independiente de forma que cada persona puede elegir la cantidad de cada uno en función del uso que vaya a darle.
Esto es especialmente relevante en el momento en el que hay personas que necesitan muchos minutos pero pocos megas, otros que nunca hablan pero navegan de forma intensiva y otros que hacen un uso mixto de ambas funciones. Y no podemos olvidar las variaciones dentro de cada uno de esos estereotipos.
Simyo cuenta con más de 500.000 clientes
Al permitir una configuración tan amplia la operadora ha ido ganando clientes de forma bastante sostenida en el tiempo y hace unos días anunció que había llegado a los 500.000 usuarios, una cifra nada despreciable para ser una OMV, aunque actualmente dependa de una de las grandes.
Además la percepción de marca, algo clave en un entorno tan competitivo, ha mejorado sustancialmente en lo que va de año y parece que seguirá así al mantenerse la política que ha llevado a la empresa donde está ahora. Una buena decisión igual que la de financiar terminales de varias categorías, algo que muchos usuarios siguen valorando.
No todo es positivo en la operadora y destaca por ejemplo la carencia de 4G, algo por lo que Pepephone se ha metido en el mayor problema de su corta historia y que Orange podría dar con facilidad a una empresa que es suya pero que prefiere seguir usando como elemento diferenciador de su marca principal, y de Amena, que no deja de ser una marca paralela y no otra empresa como sucede en Simyo.
Orange apuesta con esta OMV por el usuario de bajo consumo, llevando esto al extremo. Y es una buena idea porque son muchos los cientos de miles de usuarios que tienen este perfil de gasto como hemos visto en las cifras de portabilidades.
