Cada vez son más los usuarios que valoran los acabados de sus terminales y las opciones, que hasta hace poco eran variaciones de plástico, ahora incluyen materiales más nobles como la madera, el cristal o el metal y no son pocos los usuarios de terminales, sobre todo de gama alta, que miran cuan bonito es su smartphone más que cuan potente es.
Esta semana he estado probando un Moto X con acabados en bambú, un dispositivo que hace que la gente se mire a mirarlo cuando queda vista su parte trasera que es la que lleva este material, junto a él he usado un LG G3 de plástico y un iPhone 5S de aluminio.
Tocar un terminal de madera es extraño, el tacto no es liso ni homogéneo y aunque no echa para atrás sí que es algo llamativo. La idea de Motorola, de convertir este modelo en un objeto de diseño es del todo acertada y cuando lo he sacado el que lo ha visto ha creído que se trataba de una carcasa o funda.
En el día a día no hay inconvenientes en el uso aunque me han advertido por Twitter de que hay usuarios a los que este material les está dando problemas ya que al calentarse por el propio uso del terminal acaba levantándose por las esquinas con el consecuente empeoramiento estético. No he probado durante tanto tiempo el móvil como para ver esto pero Motorola debería cuidarse de estos problemas.
El metal es un material que poco a poco vamos viendo como normal sobre todo desde que Apple lo introdujera en el iPhone 5.
El tacto del mismo es realmente agradable pero tiene un grave problema, el agarre. Esto es especialmente llamativo en el HTC One M8, un móvil que tiende a salir disparado de la mano si no prestamos mucha atención a la forma de cogerlo.
El cristal es otro acabado premium elegido hace años por Apple y más tarde por marcas como Sony, aunque ambas han optado por el metal ante la escasa resistencia del primero a las caídas.
Por último tenemos el plástico, el material por excelencia y que he de reconocer es mi favorito. No obstante hay que discernir entre acabados baratos de baja calidad y plásticos casi de diseño como el del LG G3 que visualmente es más que adecuado, el trasero del Samsung Galaxy Note 4 que imita a la piel o el famoso policarbonato de los Nokia Lumia.
Siendo pragmáticos el plástico es el mejor acabado y es porque eso que las fundas que compramos para los móviles de cristal, metal o madera son de este material. ¿No es el más elegante? No, pero cuando tenemos en la mano un aparato que usamos, movemos y guardamos decenas de veces al día tenemos que elegir plástico, sea en nuestro móvil o en algo para protegerlo.
